sábado, julio 24, 2004

Morlocks

Aquella mañana Cuqui se despertó siendo un insecto muerto.

Me ha emocionado la historia que Marisa, una amiga mía, ha puesto como comentario a mi post titulado La metamorfosis.

En él narra la historia de Cuqui, una cucaracha inteligente que se hizo amiga de una mortal. De modo, que antes de seguir leyendo, recomiento que vayais a los comentarios de ese post y leais la historia completa antes de continuar leyendo.

Una vez hecho esto, paciente lector, pasaré a rebatir la teoría de Isa sobre el intento de amistad de las cucarachas.

Las cucarachas, como bien has dicho, son O.T.N.I.s. Y como los O.V.N.I.s sus intenciones nunca son buenas. Su intento de colonizar el planeta, es conocido por todos. Se meten en nuestras viviendas, hurgan en ellas, hasta lo más escondido de su ser, y se instalan allí. Allí forman colonias enteras, y según tengo entendido, tienen un programa militar muy cualificado para salir de las profundidades de la tierra y estudiar al ser humano. Porque en una cosa tienes razón, mi querida amiga, las cucarachas son seres inteligentes. Muy inteligentes. Envían a sus soldados para investigar cómo acabar con el ser humano.

¿Acaso crees que un ser humano inventaría una bomba de capacidad tal para acabar con el resto de su especie? No, amiga mía. El invento de la bomba atómica es obra de una cucaracha. Quizás actuando a través de un ser humano. Quién sabe si el inventor de la bomba atómica no es sino una cucaracha que se despertó un día convertido en un enorme ser humano. ¿Qué puede hacer una cucaracha convertida en ser humano? Inventar un sistema de destrucción que acabe con la raza humana y no con la suya propia.

Esa es la realidad. La cucarachas, sin nuestra aparente inteligencia superior, y sin necesidad de nuestros pulgares opuestos, están planeando dominar el mundo. Desde las profundidades de la tierra, surgen de vez en cuando, y se dejan matar algunas para hacer creer al ser humano que somos superiores a ellas. Son como los morlock, que acabarán dominando el planeta y sus alcantarillas.

En realidad, tu madre es la más sabia, pues descubrió a uno de esos morlockucarachas, y acabó con Cuqui antes de que ella avisase a sus compañeras y estableciesen un centro de operaciones en tu propia habitación.

Aunque es posible que Cuqui sea una renegada de su propia especie y en verdad quisiera establecer una amistad contigo. En todas las especies hay renegados. Lo que no iba a imaginar Cuqui es que nos daría a los seres humanos un arma muy poderosa para poder acabar con su propia especie: Javier Sardá. El día en que las morlockucarachas surjan de las profundidades, todos los seres humanos sintonizaremos Crónicas Marcianas y cuando las morlockucarachas estén hipnótizadas frente a nuestros televisores, podremos caer sobre ellas y recuperar nuestro poder supremo sobre la tierra.

Esta es la verdad, amiga mía. Los morlockucarachas son nuestros enemigos. Y si bien Cuqui pudo ser una gran amiga, también es posible que fuera una espía. De modo que no te lamentes por su pérdida. Sé que hay otras especies bicheriles que sí quieren nuestra amistad. Otro día te presentaré a Aracnis, la araña que me canta nanas por la noches para que me duerma.

Hasta entonces, sugiero a todo el mundo que tenga cuidado con esta especie subterrestre.

viernes, julio 23, 2004

La hojarasca

Y yo me pregunto…
 
¿Por qué en los funerales de las películas y series siempre llueve? Que no digo yo que me parezca mal, pero que llueva en el 90% de los funerales que vemos en el cine, invariablemente del mes en que muera el protagonista del funeral en cuestión… me parece raro. Por que claro, si el funeral es en noviembre, enero, o incluso abril, me parece bien que esté diluviando, pero, ¿y si el funeral es en julio? Porque digo yo… ¿La gente en el cine se muere en julio? Aunque bueno, quizás arreglan el guión para que todo ocurra en los meses propensos a la lluvia.
 
Y no sólo es el hecho de la lluvia en los funerales. Pregunta para subir nota: ¿quién reparte los paraguas en los funerales cinematográficos? Porque ahí todo el mundo tiene un enorme paraguas negro: la chica, los familiares, los amigos, e incluso el cura que oficia el funeral tiene a alguien a su lado sujetándole el correspondiente paraguas negro. Todos resguardados bajo la lluvia… menos el protagonista. Que será muy protagonista, pero no tiene su paraguas negro. ¿Será que queda muy bonito en cine poner al protagonista con la lluvia cayéndole por la cara, mojando sus ojos llenos de rabia por la muerte del susodicho?
 
Y eso independientemente de que el protagonista esté estrechamente relacionado con el cadáver… o no. Porque eso no importa. Muera quien muera, a su funeral siempre van una docena de personas que son todos, protagonistas principales o secundarios de la película o serie. ¿Qué alguno de los secundarios no conocía al muerto? Da lo mismo. En el contrato pone que tiene que estar ahí, poniendo cara triste, sujetando ese paraguas negro, y empapándose los zapatos en los charcos que se producen en la hierba.
 
El final de los funerales, es siempre el mismo. Los familiares del difunto se meten en un enorme coche de color negro (aunque en otras partes de la película o serie, el coche familiar fuese una ranchera de color naranja chillón). La chica se va con ellos, por supuesto. Pero el protagonista no. Ese se tiene que ir bajo la lluvia, sin paraguas, con cara triste (o llena de odio preparando la venganza del asesinato del difunto), hacia el lado contrario a los demás. Da igual hacia dónde se vaya el resto. El protagonista se va justo por el lado contrario, aunque tenga que dar un largo rodeo para llegar a su casa (bajo la lluvia, por supuesto).
 
Si es que los guiones están empezando a ser demasiado predecibles.
 
Cambiando radicalmente de tema. Ayer fui al cine a ver de nuevo Harry Potter y el prisionero de Azkaban. Me encanta la película (ya me gustó mucho el libro). Por muy en contra que esté de J. K. Rowling por el último libro, hay que reconocer que esta mujer ha hecho mucho. No sé de donde sacará sus ideas (quizás sea una mezcla de todo lo que haya leído en su vida, una especie de mezcolanza de plagios), pero aún así, hay que reconocer que la saga me encanta.
 
La película está muy bien hecha. Vale que faltan muchas cosas, pero lo que está está  muy bien. Destacable es Gary Oldman como Sirius Black (pero como me gusta Sirius Black), y todo el final de la película. Desde que aparece el perro negro y se lleva a Ron Weasly hacia el Sauce Boxeador. A partir de ahí todo me encanta. La discusión entre Snape y Sirius es de lo mejor, y también la conversación de éste último con Harry. Vale que me dé mucha rabia que Lupin no se tome su poción y escape Peter Petigrew, pero supongo que es lo mejor para la saga. Si todo sale bien, se acabarían los libros, ¿no? Sólo decir que espero que el sexto sea mejor que el quinto aunque no salga uno de mis personajes favoritos.
 
Vaaaaale. Quizás yo esperaba que sabiendo lo que pasa, Lupin se tomase la poción. Pero nada. Creo que por muchas veces que vea la película, él seguirá olvidándose de eso una y otra vez. Mira que son olvidadizos los licántropos.

viernes, julio 16, 2004

La metamorfosis

Aquella mañana, Gregorio Samsa despertó convertido en un enorme insecto.
 
Anoche, yo me desperté escuchando a mi hermana llamándome.
 
"Tata... tata..."
 
Medio durmiendo aún me levanto y miro por la ventana. Me la encuentro sentada en el jardín y diciendome aquello de...
 
"Tengo un problema. Un problema muy grande"
 
En ese momento, de madrugada (vaaaale, era poco más de la una), y teniendo que levantarme temprano en vacaciones, con lo que me fastidia, y con un presentimiento de que iba a empezar a dolerme la cabeza de un momento a otro, no podía imaginarme que bárbaro problema podía tener mi hermana para estar sentada en el jardín sonriéndome.
 
"Hay una cucaracha en la entrada y no puedo pasar."
 
¡Dios santo! ¡Una cucaracha!
 
"Lo peor es que si abro la puerta, entra en la casa."
 
¡Ah, no! ¡Eso si que no! Verán... soy capaz de tirarme en paracaidas (me gustaría hacerlo), soy capaz de mantener la calma en una situación complicada (incluyendo entrevistas con profesores), soy capaz de irme a vivir durante un mes a otro país en casa de una familia nativa que no entiende mi idioma, pero soy incapaz de enfrentarme a una cucaracha. El mundo no es lo suficientemente grande como para albergar dos formas de vida tan opuestas como las cucarachas y yo. Y eso es un grave problema, pues he oído que por cada cucaracha que ves en una casa, hay miles escondidas debajo.
 
De modo que me apiado de mi hermana y decido ir a coger el spray para los insectos y salir a ayudarla. Mientras me dirijo al patio, pienso en por qué les tengo tanto pánico a las cucarachas. La culpa... de Stephen King. De pequeña ví una película con varias historias. En una de ellas un hombre mata a una cucaracha en su casa, y miles de ellas salen del techo para matar al hombre. Aquella visión me pareció más horrorosa que ver a Regan vomitando puré de guisantes, o a la pequeña Caroline diciendo aquello de "Ya están aquí, los hombre de la tele". El caso es que según me han dicho, esa película era de Stephen King.
 
Llego al patio, cojo el spray, y veo que tiene un dibujo de una hormiga. Dame hormigas, dame grillos, dame arañas, cualquier cosa, menos una cucaracha. Es que son terroríficas ya de por sí. Por un momento me imaginaba un bote de spray para los insectos con el dibujo de una asquerosa cucaracha, y entendí por qué ponían el dibujo de una inocente hormiga: para que la gente pueda comprar el spray sin sentir asco.
 
Con el spray en mi mano y sintiendome armada igual que si tuviera un tirachinas contra un psicopata asesino que decidiera venir a por mi para descuartizarme, me dirijo a la puerta de la calle, y recuerdo mi primer, y hasta ahora único encuentro decisivo con un ser de tan maléfica especie.
 
Ocurrió en mi habitacion de mi piso, y tuvo lugar porque a) era mi habitacion. b) tenía que dormir ahí esa noche y c) estaba sola en el piso y no iba a venir nadie en los siguientes tres días. De modo que era la cucaracha o yo. Estuvo a punto de ganar ella, pero mi spray pudo con ella a tiempo, y gracias a Dios, porque durante nuestra batalla me plantee seriamente sellar la habitación y mudarme al salón.
 
El caso es que abro la puerta de la calle (con el cuidado de quien sabe que su enemigo está acechando tras el umbral), y veo que no hay nada. mi primer pensamiento es "seguro que está en el techo, esperando a que salga para lanzarseme encima. El factor sorpresa es muy importante en este tipo de ataques" pero mi hermana me dice desde abajo...
 
"Está en el segundo escalón, mátala, mátala"
 
Sí, niña, yo la mato y vienen miles como en aquella película.
 
En este momento aparece mi hermana más pequeña preguntando qué pasa, y una vez se ha enterado de todos los detalles (otro día hablaré de la curiosidad de mi hermana pequeña). No sabía que hacer, y mi dolor de cabeza y cansancio iba en aumento, de modo que le digo a mi hermana que pase por encima de la cucaracha (como si yo lo hubiera hecho). Como no me hace caso, se me vienen a la cabeza libros que hablan de las cucarachas (es curioso lo que se viene a la mente en las situaciones así ocurridas en la madrugada). Así que lo primero que se me viene a la cabeza es Gregorio Samsa, convertido en un enorme insecto. Pero eso no es una cucaracha. Dicen que era un escarabajo, pero quién sabe, y mi enemigo acecha, de modo que tengo que ser más rápida al pensar (lo que no es nada fácil con el sueño que tenía y mi dolor de cabeza).
 
¡Cien años de soledad! En Cien años de soledad hablan de las cucarachas (y estuve a punto de dejar el libro por ello, a pesar de que es mi libro favorito). En el libro Aureliano Buendía (o cualquier otro Aureliano o José Arcadio), mantiene conversaciones sobre las cucarachas. Dicen que si hubiera una explosión nuclear, las cucarachas serían los únicos seres que sobrevivirían. También se me viene a la cabeza en ese momento que si le arrancas la cabeza a una cucaracha, aún seguiría viva tres días y acabaría muriendo de hambre, no de otra cosa. ¡Pero como no me va a dar miedo un bicho así! ¡Ya empezaba a imaginarme enormes cucarachas sin cabeza que se convierten en mutantes a causa de la radiación! Y si esa cucaracha que parecía distraída en el segundo escalón de mi casa sería capaz de sobrevivir a una explosión nuclear... ¿¿¿¡¡¡que daño puede hacerle el spray que constituye mi única arma!!!???
 
De modo que dejo el spray en el suelo, le grito a mi hermana que entre ya y me deje en paz, y me voy a la cama a dormir.
 
Esta mañana me he enterado que fue mi hermana pequeña la que salvó a la otra de dormir esa noche en el jardín de mi casa. Lo sé, lo sé. Huí como una cobarde. Lo reconozco y pido perdón. A mi hermana Sonia. A mi hermana María (la única valiente de las tres, por lo visto). Y a la cucaracha por no haber asistido a nuestro duelo particular. Me ganó la batalla esta vez. ¿La culpa? Ya lo he dicho: de Stephen King, Frank Kafka y Gabriel García Márquez. Y por supuesto, al inventor de la bomba atómica.
 
NOTA A LOS FABRICANTES DE INSECTICIDAS: ¿No sería posible introducir su producto en un envase que diera más confianza en sí mismo a la persona que lo usa? ¿Algo como una especie de ametralladora que disparase insecticida, con punto de mira, y un traje a prueba de bombas nucleares de regalo por cada envase?
 

viernes, julio 09, 2004

En silencio

Segundo día de posteo, y estoy en blanco, muy espesa. Esto me recuerda a una amiga a la que le hace gracia esa calificación: estar espeso. La primera vez que le dije que yo estaba espesa un día, se quedó sorprendida y me dijo que tantos años sintiendose de vez en cuando espesa, y nunca había encontrado una forma para definir como estaba, hasta que yo le dije que estaba espesa. Otro día encontró todo el significado a la expresión estar difuso. (Gracias, Eugenio, por haber ampliado mi vocabulario ;-) )

Y como digo, estoy bastante espesa hoy. Supongo que por eso he elegido este título para el post de hoy. En silencio, como el libro de uno de mis profesores. Explico: este profesor, ha escrito un libro. Se titula "En silencio" y consiste en una cuarenta páginas en blanco. Vendió todos los ejemplares en dos días, e incluso hubo críticos que le dijeron que su libro era una provocación. Por lo visto ahora está pensando en sacar una edición ampliada: en vez de cuarenta páginas, que sean sesenta. (sí, lo se, los filólogos le damos demasiadas vueltas a las cosas).

Y hablando de libros... estoy ahora mismo leyendo It. Dicen que Stephen King no es más que un escritor de terror, pero a todo el que diga eso, le reto a que lea este libro y compruebe el manejo del tiempo que hace. Es espectacular, y lo mejor es que consigue trasmitir lo que quiere.

Esto me recuerda a otro libro que leí hace poco. Se titula "Casa de campo" y es de José Donoso. El libro va de una casa de campo a la que van todos los veranos una familia, los Ventura. Un día los mayores deciden hacer una excursión dejando a los treinta y tres primos sólos en la casa. El libro, se supone, transcurre en un solo día. Pero, y ahí está lo asombroso del escritor, el misterio, y la irrealidad que envuelve todo, hace que quizás en vez de un día, sea más de un año. Lo bueno es que no se sabe exactamente si es un día o un año (y prefiero pensar que es un sólo día, para que la obra no perdiese lo real maravilloso).

Vaya, ya me he puesto en plan filóloga, hablando del tiempo en los libros. Me callo ya, y os dejo de nuevo en silencio.

martes, julio 06, 2004

En el principio fue la palabra

No sé que se supone que tengo que poner aquí para empezar, de modo que me presentaré. Hola, soy Laura. He encontrado este sitio para ir divagando, y me ha parecido genial. Normalmente tengo un cuaderno en el que divago, pero internet es más cómodo, o eso dicen, asi que también lo haré por aquí. No sé cuántas personas leeran esto (supongo que solo dos o tres), de modo que un saludo a todos ellos, y un agradecimiento por aguantarme cada día.

Sólo decir tres refleciones:

A) La vida es tan bonita como una margarita.

B) Por si alguien lo dudaba, Stephen King es el rey.

C)En mi proximo escrito, prometo ser más imaginativa.

Y como ahora voy al cine (uno de los mejores lugares de este planeta para encontrarse en cualquier momento), ciao a todos, y hasta la próxima.