sábado, enero 29, 2005


Marisa Posted by Hello

lunes, enero 24, 2005

La Eneida

“¡Que no! Muere, que es justo, Dido triste.
Acabe tu dolor el hierro duro”

Aprovechando que estoy leyendo la Eneida, me gustaría hacer una divagación sobre la mitología.

En resumen… ¡Que bien se lo montaban en la Antigúedad! Me refiero a los dioses, claro, porque lo que son los humanos, no es que lo pasasen muy bien.

Y yo me pregunto… ¿qué hubiera pasado si no hubiéramos perdido nunca aquellas creencias ciegas en los dioses? ¿Sería el mundo, un mundo mejor? No lo tengo del todo claro.

Por un lado, estaría bien. Bueno, si los dioses rigieran todos y cada uno de nuestros actos, por un lado tendríamos una excusa para actuar de esta forma. Que hacemos algo mal “no, es que me lo mandó Mercurio”, que alguien pilla a su marido con otra “No, la culpa es de Venus, envió a su hijo Cupido para aturdir mis sentidos”; que quieres montar una guerra “No, es que Júpiter quiere que así sea”.

Pero por otro lado, sería un engorro. Eso de que los dioses se pasen el día enviándote a hacer cosas… como el pobre Eneas: Llega a Cartago, se enamora de Dido, asienta su pueblo, y cuando mejor le iban las cosas, llega Mercurio y le dice que no, que tiene que ir a Italia a fundar Roma. Pues ya son ganas de fastidiar. Además, nos pasaríamos el día haciendo sacrificios. Todo el día dale que te pego quemando becerros, ovejas y toros, y nada de pequeñines, no… todos tienen que ser los mejores de cada especie. Vamos, que te puedes arruinar haciendo sacrificios.

Y si no los haces, peor. Porque los dioses son bastante orgullosos. Como se te olvide hacer un sacrificio, o rezar tus oraciones al dios correspondiente antes de hacer la más mínima cosa, ya te puedes dar por muerto. Ya puedes estar rezando para que una Arpía no se cruce en tu camino. ¿Os imagináis cada mañana yendo a trabajar, y luchando contra centauros, hidras, y otros seres mitológicos? Porque claro, digo yo, que tendríamos que salir tres horas antes para llegar a tiempo.

Y todo este trabajo tiene que estar meticulosamente estudiado. Como te salgas un centímetro de los planes de algún dios, ya la has liado.

Pero como ya he dicho, lo bueno es que tienes excusa para hacer lo que te dé la gana. La guerra de Troya, por ejemplo. Que Menelao quiere invadir Troya, no le hace falta decir que Príamo tiene armas de destrucción masiva. Lo único que tiene que decir es que por una rivalidad entre tres diosas Venus ofreció a Paris a su esposa Helena, la mujer más bella del mundo, y que por eso está cabreado. La excusa les gustó lo suficiente como para estar luchando diez años.

Y es que hay algo que no me gustaría nada si la mitología aún tuviese vigencia. Las peor paradas son siempre las mujeres. Tres diosas son las responsables del juicio de Paris, una mujer es la culpable de la guerra de Troya, y siempre he dicho que la peor parada en toda esta historia es Penélope. ¿Qué no?

Un día te levantas, y tu querido marido Ulises va y te dice que tiene que irse a luchar para recuperar a la mujer más bella del mundo, que es esposa de otro griego, pero que se ve en la obligación de ir a guerrear para recuperarla. La chica ni se queja, y allí se queda en Ítaca, con su hijo pequeño a esperar a su marido. El tal Ulises se va a la guerra y allí se pasa diez años. Y, sinceramente, yo creo que se le ocurrió lo del caballo de Troya porque como tarde más en volver a casa, Penélope iba a empezar a mosquearse. Encima la pobre tiene que aguantar que su marido se dedique a cabrear a los dioses y le castiguen con no poder regresar a su casa así como así. ¿A quién se le ocurre ir por ahí cabreando a los dioses? Pero nada. Él para allá y para acá con su barco. Que si una isla, que si otra, que si un monstruo mitológico por aquí, que si hablo con otro dios por allá; total, que Ulises llega siete años después, y se encuentra con que la pobre Penélope ha tenido que criar a Telémaco ella sola, y dar hospitalidad a todos sus pretendientes durante todos estos años. Y por si fuera poco, tiene que hacer todo esto mientras tejía de día y destejía de noche.

(Aprovecho para decir a los interesados, que si alguien comparte mi punto de vista sobre lo desdichada que es Penélope, que lea “La tejedora de sueños”, una obra de teatro que me gustó mucho.)

Otra que lo pasa fatal es Dido. Esta también sufre lo suyo. Para empezar, su padre la ofrece en matrimonio, y, una vez casada, su hermano Pigmalión le mata. Ella huye, y funda Cartago. Una vez que se establece y cree que va a ser feliz para siempre, aparece Eneas. Su madre Venus, para que no traicione a su hijo, envía a Cupido para que Dido se enamore perdidamente de Eneas. Entre ella y Juno lían la cosa para que a Dido no le vaya tan bien el noviazgo, y un día Mercurio se presenta ante Eneas y le dice que su sino es ir a Italia (y dale la perra que les ha dado con Italia a todos).Así que el tío le dice que se larga. Otra buena excusa. Si alguien quiere dejar a su pareja, que le diga que se le ha aparecido el dios Mercurio, a ver si se lo traga. Si es que en la actualidad muchas de estas cosas no tendrían credibilidad. Entonces Dido se suicida. Pero eso no es todo, porque ¿va Eneas a dejarla que descanse en paz? Nooooooo…. Él tiene que ir al inframundo a ver su padre (otra de estas cosas que hacían en la mitología), y allí se encuentra con ella. Ella ha vuelto con su marido, y pasa de Eneas. Supongo que pensaría que con una oportunidad que le había dado para que la deje, era suficiente.

En resumen, que no le veo yo mucho futuro a la mitología en la época actual, pero si alguien quiere intentarlo, que me avise: tu pones los becerros, ovejas y toros, y yo el fuego y las oraciones.

PD: Que no se piense nadie no, que no me está gustando la Eneida. Me está gustando, y mucho, al contrario de lo que pensaban algunos que me decían que eso era un coñazo. ¡Pero si es muy entretenido! Y estoy aprendiendo mucho sobre los romanos.

sábado, enero 15, 2005

Sin noticias de Gurb

"17:00 Sin noticias de Gurb"

Lo admito, en este caso, Gurb soy yo. Sé que he estado mucho tiempo sin aparecer por aquí, y no, no me he disfrazado de Marta Sánchez y me he ido de juerga por la tierra como Gurb. Lo mío ha sido más dramático.

Todo comenzó con la forja de una casa en mi calle. Las fuerzas oscuras, rompieron los lazos telefónicos y tuve que llamar al mismisimo señor oscuro, Telefónica, para que arreglasen lo que habian hecho.

Así, la responsabilidad de recuperar internet cayó sobre una pequeña hobbit llamada Gurb... digo... Galaura...

Ella hizo todo lo posible para recuperar internet. Muchos fueron los enemigos y sus peligros, y pocos sus aliados. Tras llamar a Wanadgandalf y llevar el ordenador ante Aragorn, el señor que trató de arreglarlo, apenas consiguió nada. Pero lo que si que consiguió Aragorn, fue encontrar un virus provocado por un ataque de Nazgul. Y Aragorn utilizó ácelas, la hoja de reyes, con el ordenador, pero como por lo visto no queria enfrentarse a su destino, la usó mal, y de paso, borró la memoria del infectado. Digo yo, que Aragorn podría haberse enfrentado un poquito a su destino y no borrarme todo lo que tenía guardado, pero bueno, así es la leyenda.

Fue así cómo Galaura se esforzó al máximo por recobrar internet. Pero nada puede con el poder del señor oscuro. Una a una, las posibilidades de recuperación fueron derrotadas, hasta que al fin, una última alianza se enfrentó contra el señor oscuro por la libertad de la linea media. Fue entonces cuando Galaura, recurrió a la espada de su padre y derrotó al señor oscuro.


Apéndices:

La memoria del ordenador nunca fue recuperada. Galaura y su hermana Arawen siguen cabreadas, muy cabreadas, pero es el destino, y no puedes estar cabreado con tu destino.

Telefonica tuvo que enviar a un técnico que arreglase la linea, dándole así razón a Galaura, razón que ya le podía haber dado hace mes y medio, digo yo.

Internet fue recuperado, pero el retraso en los post es inevitable. Con un poco de paciencia, me recuperaré.