miércoles, octubre 19, 2005

Cine o sardina

En mi pueblo, cuando éramos niños, mi madre nos preguntaba a mi hermano y a mí si preferíamos ir al cine o a comer con una frase festiva: «¿Cine o sardina?». Nunca escogimos la sardina.”

Estaba contestando al último comentario de Eugenio en mi post sobre Las dos torres, y cuando me di cuenta de que llevaba más de una página de word, decidí hacerlo como un post independiente, así que allá va:

Que noooooo...

El libro tiene muchos fallos, lo admito, pero la historia que cuenta el libro (independientemente de cómo esté contada), no es un culebrón como el de Pasión de gavilanes. Habla de la guerra, del bien y el mal, de las dificultades contra un señor poderoso, y todos esos rollos. Lo que duele es que unan esas ideas con la visión comercial del s.XXI al ponerle la canción.

Y sí, estoy de acuerdo, las películas son malas, excepto la primera, las reharía de otra forma, y sin dudar, les quitaría esos once oscars al Retorno del rey.

Que no, Isa, que no se hició justicia. Que puede que quieran compensar a Peter Jackson, pero incluso siendo muy benévolos nunca se merecerían oscars como Guión adaptado o Montaje. Que mejor es la canción de May it be, y no le dieron oscar, que ese año estaba Clint Eastwood, que estaba Sofía Coppola con Lost in translation, que mires como lo mires, no fue la mejor película de ese año, y que fue ridículo tanto premio a la película con la excusa de compensar. Que si empezamos así, habría que remontarse en la historia para compensar a otras películas que no se llevaron premios hace cincuenta años.

Pero vamos a ver. ¿Quién sabe hoy día qué película es “El mayor espectáculo del mundo”? ¿Y si digo que se llevó el oscar a la mejor película el año en que estaba “Cantando bajo la lluvia”? ¿A que ya suena más? Si es que los de la Academia no tienen ni idea. Que me parece muy bien que Una mente maravillosa sea una buena película, pero a mí Russell Crowe me aburre. Y últimamente Ron Howard también. Y si una película es buena, pero aburre, ¿cómo hay que calificar eso?

Eso me recuerda a una encuesta que hacen de vez en cuando las gentes que se aburren. Esta era del tipo: “Mejor película de la historia”. En primer lugar, “Ciudadano Kane”. Que está muy bien, no digo yo que no, pero, ¿cuántos hoy en día han visto Ciudadano Kane? Me arriesgo más: ¿cuántos saben de qué va Ciudadano Kane? ¿Y si les recuerdo un capítulo de los Simpsons en el que el señor Burns está enfermo en la cama y quiere recuperar el oso de peluche de su infancia? ¿A que les va sonando más? Que sí, que reconozco que las gentes de hoy en día se conforman con ir a ver películas de fácil digestión Hollywoodienses, pero es que no es plan. Porque claro, los que hicieron la encuesta, le preguntaron a la típica gente que diciendo Ciudadano Kane quedan bien (entiéndase hombres de mediana edad que trabajan en la industria de Hollywood como empresarios, productores y demás). Me gustaría que se pusiesen a la salida de cualquier cine español a preguntar cual es la mejor película de la historia, y que no se sorprenda nadie, no, si sale Torrente, o El Retorno del rey; que es muy posible. Y claro, veinte mil millones de moscas no pueden estar equivocadas.

A lo que iba, que se me va el santo al cielo, es que la gente de la calle votaría películas como El retorno del rey; y los grandes señores todopoderosos de Hollywood votaría películas como Ciudadano Kane. Y cuando los señores todopoderosos quieren hacerse los enrollados, le dan once oscars al Retorno del rey, y digo yo, ¿es que no existe un término medio? (cabría preguntarse). Pues no. Que un año le dan el oscar a Una mente maravillosa porque dicen que es una buena película, al año siguiente se arrepienten de no habérselo dado a Moulin Rouge, porque la gente se cabreó, y se lo dan a Chicago, que es un musical, y oye, algo arreglamos. Pero ese era el año de El pianista, pero claro, guerra de Irak, y no vamos a premiar una película que hable de guerra, aunque sea la mejor del año. Pues ala, que El pianista se lleve al mejor director, y al año siguiente ya veremos lo que hacemos.

Y llegó el año polémico. El año pasado se lo merecía El pianista... además llevamos tres años sin recompensar “justamente” al Señor de los anillos por compromisos varios, y El retorno del rey va de guerra. Pues ala, once oscars, Billy Crystal haciendo bromas sobre la cantidad de veces que se han mandado saludos a Nueva Zelanda, y James Cameron con un cabreo de no te menees. El escenario lleno de Hobbits, elfos, enanos y guerreros, y Clint Eastwood y Sofia Coppola mirando para otro lado para no pegarle a alguien.

¿Y qué hacen este año? Los muy listos, además de hacer una auténtica barbarie con el nuevo sistema de repartir premios para ahorrar tiempo en la gala, y de coger al presentador que cogieron para causar polémica y darle audiencia al espectáculo (porque no se puede llamar de otra forma), decidieron redimirse del año anterior. Lo cual no me parece mal porque el gran ganador fue Clint Eastwood con su Million Dolar baby, que para mí, es la mejor película de este año. Y me encantó que dijera aquello de “El año pasado los orcos pasaron por mi río” XD. Lo que no me gustó, es que claro, también estaba El aviador, película que no he visto, pero que se llevó todo tipo de premios compensatorios en categorías menores. Y digo yo... si hay una película mejor para que no se lleve al de mejor película... ¿por qué hay que compensar con premios menores? ¡Si no se lo merece, no se lo merece y punto! Pero no... hay que compensar, porque claro, en El aviador hay muchas estrellas y tal, y no es plan de que se vayan a casa con las manos vacías...

¡Puag!

Lo que me temo es qué harán este año para compensar los ¿75? años que llevan de atraso en compensaciones. Aunque por ahora no hay mucho donde elegir, por las películas que llevamos este año. Bueno, creo que la nueva de Sofia Coppola no tardará mucho, pero no sé si llegará a tiempo o entrará para el año que viene. Si es que me tienen manía, que cada año hago mi quiniela, y este año que fue el que más acerté, creo que fueron seis. Si el año que nací estaba Indiana Jones y no se lo llevó...

Pero bueno, yo, como cada año, seguiré haciendo mi quiniela, seguiré la gala por la noche, y haré las visitas acostumbradas a la cocina para liberar la tensión que me provocan las injusticias; me pasaré un par de semanas posteriores poniendo a caldo la Academia de Hollywood, y contándole a todo el que tenga paciencia para oírme lo muy burros que son; y recuperaré la esperanza para el año siguiente. Algún día serán justos... vamos, digo yo...

¿No?

2 comentarios:

Eugenio dijo...

¿Recuerdas que te decía ayer que tenía varias cosas que comentar?
Hoy digo que me gustaría haberlas apuntado...

A ver... Lo de que la historia del libro no es un culebrón. Bueno, estoy de acuerdo, más o menos, no es un culebrón al uso, como el culebrón en el que pensamos todos cuando usamos la palabra, es más, creo que digo eso en mi comentario, pero (y eso sí lo digo en mi comentario)las películas sí que son culebrones. Os pongáis como os pongáis. Desde el momento en que Peter Jackson se centra más en el no-triángulo entre Eowyn, Arwen y Aragorn, la película, pasa, automáticamente, a convertirse en un culebrón. Y, sí, los libros me gustan, pero saltándome las cancioncitas de los elfos y alguna que otra parte coñazo más...
Como te decía ayer... yo sí sé que película es "El mayor espectáculo del mundo" y tú también lo sabes, así que... ya somos dos. Lo del Oscar el mismo año que "Cantando bajo la lluvia"... bueno, a algunos no nos gusta demasiado esa película, así que... XD
Sobre películas famosas y desconocidas... tienes el mejor ejemplo en Sonia... ¿Cuánto nos costó que viese Casablanca? ¿Cuál fue el resultado final?
Y que conste que la entiendo... son generaciones y gustos diferentes, no mejores, seguro que peores (Desde mi punto de vista, desde el de Sonia será al contrario), pero... diferentes.
Cada cual pertenece a la época en la que nace...
Y si se me ocurre algo más, volveré más tarde...

Laura dijo...

¡En lo de Peter Jackson te he dado la razón!

En lo de El mayor espectáculo del mundo vs. Cantando bajo la lluvia, me refería a que la gente, 52 años después no conoce la que se llevó el oscar, y sí la que lo perdió. A eso iba, a que la Academia suele premiar sin tener en cuenta la gente, que al fin y al cabo, es la que tiene la última palabra. Además, en clase de cine, me hablaron de la segunda, y no de la primera...

En lo de la diferencia de generaciones, tienes razón. Cada cual tiene los gustos de su generación. Aunque hayamos gentes incomprendidas que hayamos disfrutado con El gabinete del doctor Caligari unas cuantas generaciones después.