lunes, septiembre 20, 2004

El sueño de las calaveras 2º

"Es así, cuando toca en cosas imposibles, y piadosas, que los sueñan Reyes, y grandes Señores, como se colige del doctísimo, y admirable Propercio en estos versos..."

Hoy os voy a contar otro sueño. Puede que me repita, pero es que me lo paso tan bien en mis sueños que no puedo evitarlo. Este ocurrió hace un par de días. Yo me acosté a dormir tan tranquila, y me puse a pensar en la última película que había visto (Cold mountain, o quizás otra), y de lo último que estaba leyendo (“El cuerpo” de Stephen King), y de repente, sin venir a cuento, me veo vestida de geisha a la entrada de un club. Supongo que esto fue motivado por “Memorias de una geisha” que lo leí hace poco, pero el caso es que ahí estaba yo, con una amiga (amiga en el sueño, que no en la realidad), tratando de engañar al portero para que nos dejase entrar. El caso es que yo estaba vestida así y trataba de entrar al club, porque yo era agente secreto. Sí, señores, agente del servicio secreto de su majestad. De pequeña era uno de los empleos que yo quería tener cuando fuera mayor. Demasiadas películas de James Bond, supongo.

Cuando consigo entrar al club, había por allí una panda de mafiosos. Yo era un componente del grupo, me había logrado infiltrar, y estaba tomando notas mentales y tal cuando alguno de los mafiosos dice que hay alguien infiltrado en el grupo. Yo pongo cara de “yo no he sido” porque en fin, ya se sabe como son estos mafiosos: llevas un micro oculto y empiezan a mirarte con mala cara, y como se enteren de que en realidad perteneces al servicio secreto, ya ni te cuento.

El capo empieza a acercarse a mí, y empiezo a planear una escapada en plan Kill Bill. Sí, lo sé, demasiado cine; pero me apasiona. El caso es que cuando ya me veo repartiendo patadas antes de que a los mafiosos les dé tiempo de sacar sus recortadas, el capo se acerca cada vez más a mí y de repente…
me despierto. De la impresión de no verme en mitad de un club rodeada de mafiosos cabreados me muerdo el labio (cosa que no recordaría hasta por la tarde de ese día).

Pero que lástima despertarme. Con lo que me gusta a mí ser agente secreto…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Parece xvr q quieras ser agente,pero tu sueño esta muy hacia ti como q tu eres la mejor no, por ejemplo ia no mencionas a tu amiga ose hizo humo.