El Viejo escribió y dijo:
“Si la Historia Interminable
se contase a sí misma,
sería sólo un sofisma
este mundo admirable.”
Y la Emperatriz respondió:
“Pero si el héroe llega
y a nosotros se entrega,
brotará una nueva vida.
¡De él depende su venida!”
"¿Por que has dicho que no querias el equipaje?", preguntó su Yo a Lara, "¡tú sí quieres tu equipaje!"
"Pero si eso lo sabe I-ber Ia, no me lo dará nunca", decía Lara a su Yo, “no quiero que ningún dios juegue conmigo”.
“Pues no confíes más en los regalos de los dioses”, le respondía su Yo a Lara.
A la mañana siguiente, los Escogidos llevaron el equipaje a la cueva de Lara. Lo habían encontrado.
En su trono, a I-ber Ia se le había acabado la diversión. Su trono se volvió de una niebla oscura. En sus ojos se marcaron ojeras de aburrimiento. Y se cansó de jugar con Lara. Ya tendría tiempo que jugar con ella en otro momento.
viernes, septiembre 01, 2006
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